“Los científicos deberían contar más en qué consiste su trabajo”
En este proyecto nos muestras qué hacen algunos investigadores del CRAG tanto dentro como fuera del laboratorio.
¿Cómo surge esta idea?
Al hablar de biotecnología de plantas y transgénicos la gente piensa que hacemos monstruos y quería mostrar que eso no es así. Por otro lado, me parecía importante que la sociedad pueda poner cara a las personas que se dedican a la ciencia para que confíen más en ellos y contribuir así a desmentir el tópico del “científico friki y poco sociable”. Tenía esta idea desde hace años y, hablando con una amiga fotógrafa, se nos ocurrió hacer una sesión de fotos que mostrara el día a día de mis compañeros del CRAG.
¿Nos va a sorprender la vida secreta de los científicos?
Yo creo que sí. Cada uno de los investigadores es diferente y tienen aficiones muy variadas, desde tradiciones a deportes o hobbies poco habituales.
¿Y fue fácil convencer a tus compañeros?
Han habido bastantes voluntarios y todos han disfrutado mucho de la experiencia. Además de las fotos, realicé varias entrevistas en las que la gente me ha abierto su casa e invitado a charlar tomando un café. Esta parte ha gustado mucho porque nos hemos podido conocer en un ambiente diferente al que tenemos a diario en el laboratorio, donde a veces se pierde el contacto humano.
Es la primera vez que diriges un proyecto de divulgación.
¿Qué dificultades te has encontrado?
Ha sido complicado compaginar este proyecto con mi trabajo en el laboratorio. Además, la fotógrafa no vive en Barcelona y sólo tuvimos 2 semanas para organizar todas las sesiones de fotos. Por otro lado, he tenido que hacer cosas que no había hecho antes, como editar un vídeo o crear una pagina web. Yo tenía muchas ideas pero no las herramientas. He tenido que ser autodidacta y cambiar mi manera de pensar. No es lo mismo diseñar un experimento que el guión de un video. Pero, aunque duro, ha sido satisfactorio porque he podido sacar una parte de mi que estaba escondida.
Para llevar a cabo este proyecto has contado con una beca del FECYT.
Tenía esta idea loca desde hace tiempo. Quería hacer algo divertido pero sin caer en lo ridículo ni perder rigor científico y para eso necesitaba apoyo de distintos profesionales. Esta convocatoria del FECYT me ha permitido financiar algo así. También ha sido importante el apoyo del personal de comunicación del CRAG.
De momento hemos visto la vida secreta de los científicos a través de las redes sociales,
¿has pensado en otras vías?
Estamos creando una página web donde la gente pueda consultar todas las fotos y otros contenidos como entrevistas con los voluntarios o noticias.
También estas planeando una exposición.
Si, una parte del proyecto consiste en montar una exposición itinerante de fotografía. De momento ya tenemos dos sitios confirmados en Barcelona: la residencia de investigadores del CSIC y la biblioteca de la Universidad Autónoma (UAB).
Se suele decir que los científicos no se involucran en actividades de divulgación,
¿estás de acuerdo?
Son pocos los que comunican su trabajo. A los biólogos de plantas nos cuesta especialmente porque la gente tiene una visión muy negativa de los transgénicos. Prefieres no hablar de tu trabajo y evitar que se te echen encima.
¿Qué haría falta para que los científicos se animaran a comunicar su trabajo?
Al menos una vez al año cada investigador debería contar en qué consiste su trabajo. Aunque nos faltan herramientas. Sabemos escribir artículos para otros científicos pero nos cuesta transmitir estas ideas al público de una forma sencilla. Debería haber una asignatura de comunicación científica en los programas de las carreras de ciencias.
Para ti ha sido una experiencia muy positiva,
¿animarías a otros científicos?
Muchos compañeros me cuentan que tienen una idea loca y yo les digo: ¡atrévete!. Es duro porque requiere un esfuerzo extra y no sabes si va a salir bien, pero hay que intentarlo.
Para terminar, ¿con qué te quedas? ¿el laboratorio o la divulgación?
Me gustaría compaginar la investigación con este otro tipo de actividades que te permiten tener más contacto con la gente y le dan un poco de alegría al día a día del laboratorio.
Sofía Hernández Arranz
"Yo también soy una científica con una vida secreta. Tras terminar la carrera de Biología, realicé el doctorado en Biociencias Moleculares y he trabajado durante años en investigación estudiando bacterias con aplicaciones biotecnológicas. Pero además de trabajar en el laboratorio, me gustaba salir a contarlo. Ahora, estudio el Máster en Comunicación Científica, Medica y Ambiental de la Universidad Pompeu Fabra con el objetivo de convertirme en divulgadora científica.”